En España parecen estar frente a un acontecimiento políticamente histórico. Luego de 33 años en donde dos partidos se han intercalado las preferencias en forma exclusiva, una nueva agrupación podría poner fin a esta tendencia. 

Según la encuesta elaborada por Metroscopia para el diario español El País, se sitúa al novel partido Podemos por encima de los tradicionales Partido Social Obrero Español (PSOE) y Partido Popular(PP) en las preferencias electorales, rompiendo así una vieja tradición bipartidista en este.

Pero no parece sorpresivo el ascenso de Podemos. Ya en las elecciones de mayo pasado, este partido logró 5 escaños en el Parlamento Europeo. Podemos es una agrupación formada por profesores universitarios y especialistas en políticas públicas que surgió a raíz del masivo movimiento de los llamados indignados en España. Representa así a la decepción y malestar hacia la vieja práctica política representada en el PSOE y el PP.

De las críticas no se ha salvado Podemos. Dicen que muchas de sus propuestas son populistas. Pero al fin y al cabo, su presencia parece haber logrado esa empatía en poco tiempo (8 meses de fundación) que muchos se demoran años en al menos acercarse.

¿Podría replicarse un fenómeno del tipo Podemos en tierras peruanas? A mediados de los 90 se presentaron ciertas condiciones de crisis política que catapultaron a una masa importante de jóvenes universitarios para protestar en las calles contra el régimen de Alberto Fujimori. Las protestas fueron seguidas de conversatorios y debates que planteaban entre otras cosas una nueva forma de hacer política. Los medios buscaban voceros entre esta masa estudiantil pero muy pocos se atrevían a atribuirse la representación de la misma. Con el tiempo, el movimiento se diluyó. Unos optaron por hacer política y otros por dedicarse a sus profesiones con éxito. No surgió un gran partido que alineara este desencanto.

Hoy, en donde la polarización parece ser el eje del escenario político, estamos lejos de tener un fenómeno del tipo Podemos en el país. La polarización que se exacerba mientras más cerca estemos al final de una elección hace difícil la consolidación de nuevo partido o movimiento que se ubique en el medio como lo plantea Podemos. Es decir, situarse políticamente como una plataforma transversal a todas las expresiones políticas del país.

¿Es posible soñar con eso? Tal vez haría falta una crisis profunda como en España, aunque nadie quiere eso. El otro camino es trabajar en lograr una empatía duradera con el elector que no se renueve cada 5 años sino que persista en el tiempo. ¿Difícil? Sí pero ese el verdadero reto.