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Manuel Burga y la dirigencia futbolera

Ante la ausencia de dirigentes de alto nivel, el titular de la FPF no tiene reparos en seguir manejando los destinos del deporte rey

Publicado: 2014-10-28

De Manuel Burga Seoane se ha escuchado mucho. La mayoría de las cosas muy malas. Denuncias por aquí, denuncias por allá. Falta de liderazgo, de visión, de diseño de una política de promoción del deporte rey. Sin duda, es parte de la decadencia del fútbol peruano. Eso nadie lo discute. Pero más allá de debatir su tercer intento por reelegirse en la Presidencia de la Federación Peruana de Fútbol, deberíamos enfocar el verdadero problema de este deporte en el país. 

El fútbol peruano ha caído a su peor expresión debido a dos actores responsables. De parte del Estado, hay una ausencia de formación y promoción de este deporte de parte del Estado. Y de parte del sistema del fútbol nacional, la casi inexistencia de una clase dirigencial que proponga ideas novedosas y alternativas. En el Perú salvo honrosas excepciones como Sporting Cristal, la Universidad San Martín, la Universidad César Vallejo y el Juan Aurich, no hay club en el país con dirigentes de nivel que puedan comerse el pleito de encabezar una nueva línea de modernización de este deporte. A los clubes peruanos les pasa lo mismo que a algunos partidos políticos. Se preocupan sólo de su ámbito más inmediato y no buscan expandir su influencia. Se contentan con llegar a primera división y punto. No buscan ni siquiera una conexión con las Federaciones Regionales. Y es allí donde pierden. La Federación Peruana de Fútbol gana siempre porque actúa básicamente como un club de amigos, en donde el intercambio de favores es una constante. No por algo el Presidente de la Federación de Huancavelica reveló hace poco que en el 2010 votó por Manuel Burga por una cuestión de “amistad”.

Y es que así como no hay promoción de valores en el fútbol, tampoco hay promoción de valores dirigenciales. Ese es tal vez el principal motivo por el cual Manuel Burga ha logrado imponerse hasta el momento. Los tiempos de Teófilo Salinas como Presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol y de José Aramburú como responsable de la comisión seleccionadora para los mundiales de España 1982 y Francia 1998 parece no volverán.

En provincias, el actual Presidente de la Federación Peruana de Fútbol es tratado como un rey. Claro, con una videnita en su región, comprometen sus votos. Así, como en la vieja y tradicional política, en el fútbol peruano en tiempos de Burga para lograr votos no se requiere un plan de Gobierno responsable y serio. Y ante ello, casi nadie ha hecho el esfuerzo por cambiarlo.


Escrito por

Renzo Mazzei

Periodista y comunicador político. Magíster en Ciencia Política y Gobierno por la PUCP. En twitter: @renzomazzei


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Punto de mira

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