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foto: fuente el comercio

La mesa servida de Augusto Rey

El flamante regidor de Diálogo Vecinal y su fidelidad a la gestión Villarán

Publicado: 2014-10-13

Dejar la mesa servida en política significa que la nueva autoridad que asuma las funciones no tendrá prácticamente que mover un solo dedo para trabajar porque se supone que ya todo está encaminado. Dejar la mesa servida es en otras palabras que la autoridad que antecede a la electa tuvo una actuación ejemplar y que muy poco se le puede cuestionar. Dejar la mesa servida es decir en buen cristiano que lo que se va fue extraordinario y lo que viene difícilmente lo podrá superar. 

Bueno, eso es lo que ha tratado de decir el flamante regidor de Lima por Diálogo Vecinal Augusto Rey sobre lo que le deja Susana Villarán a Luis Castañeda Lossio. Una frase que no le hace un gran favor.

Una nueva gestión municipal, regional o presidencial no debe pensar en tener mesas servidas sino más bien en cómo recibe su nueva responsabilidad y qué es lo que se proyecta realizar. Una nueva gestión en cualquiera de sus niveles basa sus cimientos en lo que tiene como propuestas en el corto, mediano y largo plazo. Y una gestión que ya culmina su periodo no debe pensar solo en lo que deja sino además en cómo enlazar lo que hizo con la política de las nuevas autoridades, en cómo mejorar lo que se hizo y servirse solo con lo que hay en la mesa heredada.

Así que decir “Susana Villarán le deja la mesa servida a Castañeda” suena más a tapar los gruesos errores de gestión de la anterior Alcaldesa que a pensar verdaderamente en una herencia importante para la nueva autoridad limeña. Suena más a quedar bien con su ex jefa que a realmente construir puentes con el nuevo equipo que encontrará en la Municipalidad de Lima. Porque además si de mesa servida hablamos, Augusto Rey debería incluir también a la polémica reforma de transporte, a los cuestionamientos en la Caja Metropolitana de Lima (con un auto Mc Laren incluido), a un Mercado Mayorista con muchos problemas internos y a un proceso de revocatoria que ningún Alcalde con cierto respaldo popular la tiene como experiencia.

Augusto Rey es uno de los cuatro regidores del grupo político que acogió a Villarán para estas elecciones. Su mesa servida también debería contemplar la minúscula representación de su agrupación política en el Consejo Metropolitano. Y es que antes de hablar de herencias – en donde muchos lo cuestionarán – debería abocarse a buscar puentes y tratar de destacar ahora por sus propios méritos y ya sin la protección de la que fuera su Jefa.


Escrito por

Renzo Mazzei

Periodista y comunicador político. Magíster en Ciencia Política y Gobierno por la PUCP. En twitter: @renzomazzei


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Punto de mira

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