Enrique Cornejo ha logrado el segundo lugar en las elecciones municipales limeñas y de pronto han surgido una serie de interpretaciones respecto a la presencia del partido aprista en estos comicios. Que renació el apristón, que el Apra ha ganado un nuevo cuadro político, que ahora el partido de la estrella es una fuerza política en la capital, que Alan García está temblando tras el crecimiento de su ex ministro de Transportes y Comunicaciones, etc, etc.

Cornejo ha logrado un protagonismo que tal vez él nunca pensó lograr. Y tal vez ni el aprista más entusiasta. No parece parte de una estrategia pensada con mucho tiempo de anticipación. El ex ministro aprista se encontró con un gran descontento del electorado hacia Susana Villarán pero sobre todo hacia Salvador Heresi, el rostro político que a priori parecía ser la mejor carta para darle pelea a Luis Castañeda Lossio. Da la impresión que la estrategia aprista recién apareció en el último tramo de la campaña, cuando se dieron cuenta que podían crecer más que el 5 % que tenían inicialmente.

Su participación en el último debate municipal fue clave. Bajo el formato del mismo que no da tiempo para intercambiar pullas, tuvo la suerte del sorteo de verse cara a cara con el favorito Luis Castañeda Lossio. Ni Villarán ni Heresi tuvieron esa oportunidad en toda la campaña. Y Cornejo no la desaprovechó.

El fenómeno Cornejo no parece ser un resurgimiento del partido aprista. Los votos logrados en los comicios de la capital son en gran parte porque cierto sector del electorado limeño se anima a última hora por el candidato que va subiendo, generando así un efecto multiplicador. Pero aún el partido aprista sigue herido políticamente. Su principal objetivo son las elecciones generales y en la del 2006 apenas lograron 4 curules para el Congreso, ni siquiera para tener una bancada propia. Tener 8 regidores en Lima no significa que su partido tendrá peso. Los regidores no son congresistas ni ministros. Su poder de acción es limitado respecto a otros cargos.

Lo que sí puede provocar el aluvión Cornejo es darle fuerza al tema técnico en una probable candidatura de Alan García a la Presidencia de la República. Dependerá si el partido de la estrella quiere dar batalla también en el tema técnico. Aunque tal vez eso no genere mucha atracción en el electorado nacional. Tal vez sí en Lima. Pero una elección presidencial es otra cosa. Enrique Cornejo podría encabezar una lista al Congreso o volver a ser Ministro. Ese sería su aporte. No podrá y no querrá opacar la figura de García. En el partido de la estrella saben muy bien quien es su líder y candidato de fuerza a la Presidencia. No hay otro.