Parece que nada ni nadie (muy a pesar de muchos) cambiará el futuro electoral limeño. Luis Castañeda Lossio camina confiado a ganar la elección municipal con un ventaja de 40 % según las encuestas de intención de voto. Y aunque muchos se resisten a aceptar este panorama, lo cierto es que para los siguientes 4 años todo hace indicar que tendremos en Lima un Gobierno municipal de Solidaridad Nacional.

Sin embargo, lo que muy pocos han observado es el escenario que encontrará el mudo apenas retorne a la Municipalidad de Lima el 1 de enero de 2015. Según los diferentes sondeos, lo más probable es que encontremos una diversificación de partidos y movimientos políticos en las 42 alcaldías de Lima. Es decir, Castañeda Lossio no tendría aparentemente seguro un fuerte bolsón de alcaldes solidarios que le permitan hacer una gestión sin las trabas y obstáculos que ponen siempre los rivales políticos.

Si vemos las últimas 4 elecciones municipales en Lima, el alcalde que tuvo mejor performance contó siempre con un importante bolsón de partidarios en las diferentes alcaldías distritales. Por ejemplo en el año 1998, Somos Perú no solo logró ubicar a Alberto Andrade en la Alcaldía de Lima sino que además logró ganar en otros 21 municipios limeños contra 16 de Vamos Vecino. En el 2002, Luis Castañeda Lossio se impone sobre Andrade bajo la alianza Unidad Nacional (Solidaridad Nacional más el PPC). En esa oportunidad la flamante alianza política obtuvo 14 municipios contra 18 de Somos Perú. Para la reelección de Castañeda Lossio en el 2006, la alianza Unidad Nacional barrió con 29 municipios y el resto se repartió entre 7 partidos y movimientos independientes.

La excepción fue Susana Villarán quien se impuso a Lourdes Flores Nano en el año 2010 con su partido Fuerza Social, que no obtuvo ninguna alcaldía en los demás distritos limeños. La conclusión es clara. Tanto Andrade y Castañeda Lossio siempre tuvieron un grupo importante de partidarios distribuidos en los 42 distritos limeños, lo que les permitió contar con un ambiente favorable para impulsar sus proyectos. Ambos tuvieron una gran capacidad de arrastre de votos. Villarán de la Puente no tuvo ningún tipo de arrastre y su gestión no ha sido de las mejores. Lo pagó caro cuando dedicó sus 6 primeros meses a gestión a investigar a su antecesor sin tener siquiera ese bolsón de partidarios o aliados en los demás municipios.

Hoy, Castañeda Lossio, el primer favorito, no parece enfrentar un escenario como el de Villarán pero sí uno disperso en donde Solidaridad Nacional no tendría aparentemente una mayoría de municipios, lo que obligará al futuro alcalde de Lima a conciliar y no buscar el enfrentamiento. Su capacidad de arrastre parece no será la misma de antes.